Editorial.número 1

Cuando se revisan las cifras de turistas que recibe esta tierra,cuando vemos que el archipiélago es paso obligado a las principales rutas mercantes,cuando revisamos las viejas cifras de exportaciones agrícolas,al ver los múltiples informes que delatan la potencialidad de las islas en la producción de energías renovables,nos resulta del todo inconcebible que la tasa de pobreza en el Archipiélago supere ya el 30%.

Nuestra tierra,pese a sus grandes riquezas,sufre la mayor tasa de pobreza de todo su entorno,y pocas naciones de África,la superan.

Y todo esto se debe únicamente a dos hechos concadenados.Por un lado a la corrupta e ineficaz gestión de los políticos que gobiernan las islas,no en nuestro interés sino en el suyo propio y en de capitales extranjeros,y por otro en la total subordinacion de los intereses económicos-sociales de nuestra tierra a los intereses y devaneos de España.

Nuestra patria,con un enorme potencial económico,solo podra progresar si de una vez por todas somos nosotros y no intereses foráneos,los que deciden el rumbo a seguir,si somos nosotros y no las necesidades caciquiles,las que dictan las inversiones a realizar.

Por que que necesidad hay en Tenerife o Gran Canaria de construir un tren?,que necesidad tiene Lanzarote de tres nuevos campos de golf?;no seria mas beneficioso el utilizar ese dinero en mejorar la red sanitaria del archipiélago?,en mejorar la rentabilidad agrícola y asin romper la dependencia a la importación de productos extranjeros?.

Y porque los canarios hemos de tolerar la humillacion de tener que demostrar con dni y certificado de empadronamiento a la hora de tener que coger un barco o un avión?,por que tenemos que aceptar la destrucción de nuestra flota pesquera y de nuestro campo y comprar el pescado,frutas y verduras fuera de las islas?.

Con mas de doce millones de visitantes al año,con una agricultura y pesca bien estructuradas,con una explotacion adecuda de las energias renovables y la implantacion de industrias tecnologicas,Canarias no soportaria las tasas de paro y de pobreza con las que intereses extranjeros desean someternos y expoliarnos con el consentimiento de la casta politica insular